TARDE PIACHE

TARDE PIACHE

antón luaces 15.12.2017 | 01:11

LA OPINION

'Tarde piache'

Lo que se esperaba: esta vez no ha habido milagro en Bruselas para la pesca gallega y ninguna de las administraciones presentes en el acto y que representan al sector pesquero español de una u otra manera han podido sacar pecho por lo conseguido.

El reparto anual de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y de las cuotas pesqueras para el año 2018 en aguas del Atlántico y el mar del Norte ha mandado a la más importante flota pesquera de la Unión Europea a dormir el sueño de los justos y a la espera de su desguace gracias a que los intereses de España, Portugal y Francia no han sido lo suficientemente importantes y la flota del Norte europeo se lleva su gato estonio al agua para dejar a nuestra flota al borde del precipicio. Lo que importa a los Veintiocho (o Veintisiete) es cumplir el próximo año el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) pese a quien pese y caiga quien caiga. El amarre de la flota, como decía, está a la vuelta de la esquina y a ese amarre ya se sabe lo que sigue: el desguace.

Ahora vienen los lamentos y el tirarse, con perdón, de los cabellos. Pero ha habido tiempo para, cuando menos, presentar un frente amplio unido para dejar bien claro que la pesca comunitaria no es el Norte, los países norteños. Cuando menos, no solo los del Norte.

Para nuestra flota no es consuelo que se mantengan los límites en la anchoa, porque el recorte en la xarda no compensa esa «gratificación». Menos, si sumamos a todo ello la reducción del 12% de nuestra capacidad para pescar merluza ibérica o la del 24% para el jurel al sur de Fisterra.

No, no ha habido milagros de última hora y la sardina ya no está viviña, por más que se hubiera planteado por estos lares la posibilidad de un reconocimiento in extremis de que la señora Pilchardus o sardina ibérica existe y goza de buena salud.

No se ha sabido plantear la defensa de nuestros intereses y, junto con los barcos que van al desguace, se van al carajo empresas y trabajadores. Todo, por la gracia comunitaria, a quien Dios les conserve esa virginidad de considerar que lo bueno siempre viene del Norte.

Hemos piado tarde y hemos hecho piña cuando ya todo estaba consumado