2014-AYUDAS AL DESGUACE

2014-AYUDAS AL DESGUACE

LA GUERRA DE LOS DESGUACES, LA MAYOR VERGÜENZA PESQUERA EUROPEA.

LA UE CONTINUA RENUNCIANDO A CONSTRUIR UN FUTURO PARA EL SECTOR PESQUERO.

Una profunda vergüenza produce la actual guerra de intereses que se hizo pública entre varias entidades del sector vinculadas a determinados puertos del litoral para repartirse los fondos que la UE destina al desguace de barcos, una de las medidas políticas de más éxito que Europa nos legó desde que pertenecemos al club comunitario.

Más allá de las disputas por los fondos destinados a “reducir el esfuerzo pesquero”, el vergonzoso debate se basa en la gran hipocresía de que el sector mejora cuantos menos barcos tenga. En vez de considerar la pesca un sector estratégico, y que la flota de la UE tenga peso en el ámbito pesquero internacional, promover su desarrollo sostenible y controlar los mercados, la gran política pesquera europea se basa en estimular el cierre de empresas y la consiguiente reducción del número de puestos de trabajo, nada menos que con 160 millones de euros. Los últimos datos de empleo en el sector marítimo-pesquero español arrojan la escalofriante cifra de 15.000 puestos de trabajo directos perdidos en los últimos 10 años.

Se trata de un caso único en el sistema productivo “liberal” europeo, ya que no sólo no se promueve el desarrollo del negocio pesquero, sino que se premia con subvenciones a quienes cierran una empresa incapaz de sobrevivir, argumentando para ello el final de las ayudas a los desguaces.

Además, este tipo de medidas destructoras de la capacidad laboral del sector desprecian profundamente no sólo a los profesionales del mar y a las familias que viven del trabajo en este sector, sino a todo el sistema de formación y a los profesionales que tanto nos cuesta formar al conjunto del país. En definitiva, atentan contra el futuro del sector.

Lo que realmente promueven desde Europa es estimular la deslocalización para reducir costes laborales, y facilitar a los empresarios que huyan con sus empresas a lugares donde pueden pagar menos por el trabajo de sus asalariados y desde las cuales exportar hacia Europa los productos conseguidos a un coste mucho menor que el que aquí sería necesario.